El Bloc Nacionalista Valenciano ha denunciado la última maniobra del presidente de la Diputación y el PP de Castellón, Carlos Fabra, para subvencionar de forma encubierta a la cadena afín del ex diputado popular Julio Ariza, Intereconomía. Según la parlamentaria del Bloc Maria Gràcia Molés, el Ejecutivo de Fabra ha aprobado un “gasto de 34.800 euros para patrocinar la emisión desde Castellón de un programa de televisión y radio” de este canal, un empeño que esconde “una clara política discriminatoria entre los medios de comunicación, con aquel sistema de premia a los buenos y castiga a los malos que tanto le gusta a Fabra”, recoge el periódico regional Levante. Intereconomía se ha distinguido por apoyar incondicionalmente al presidente castellonés, blindándole con maniobras torticeras ante las preguntas incómodas sobre su decena de imputaciones judiciales. La cadena de Ariza no sólo tiene la bendición de Fabra. La misma Generalitat Valenciana le ha agasajado concediéndole cuatro licencias de TDT y poniendo publicidad en El gato al agua, buque insignia del medio.
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Bronca con CQC
La diputada del Bloc se refiere al sonado episodio de Fabra y el programa de laSexta Caiga quien caiga. En septiembre del año pasado, varios escoltas de Intereconomía rodearon al presidente e impidieron a la reportera Estíbaliz Gabilondo acercarse a él. La polémica continuó poco tiempo después, cuando se supo que entre el equipo de blindaje enviado por Ariza estaba José Antonio Expósito, un oscuro personaje que trabaja como asesor de seguridad de la cadena pero, en la práctica, ejerce de chico para todo.
El guardaespaldas del tamayazo
En el currículum de Expósito destaca un apartado con historia propia: fue él quien protegió a Eduardo Tamayo y María Teresa Sáenz, los dos trásfugas que otorgaron a Esperanza Aguirre la presidencia de la Comunidad de Madrid en junio de 2003. Claro que su salto profesional definitivo lo dio de la mano de Ariza y en Intereconomía. Gracias al magnate mediático del PP, Expósito pudo ejercer como reportero y tender una trampa fallida, cámara oculta en mano, al abogado acusador del caso Fabra, José Luis Vera. Este tiro, sin embargo, le salió por la culata y los periodistas de pega acabaron imputados por "descubrimiento y revelación de secretos".
Bendición de la Generalitat
Con este nivel de entrega a las causas populares, no es de extrañar que Intereconomía reciba tantas recompensas, no sólo de la Diputación de Castellón sino de la misma Generalitat, que a finales de 2008 concedió cuatro licencias de TDT al medio y, no contenta con esto, compró publicidad al polémico programa estrella de la cadena, El gato al agua. El círculo lo cerraría la misma Iglesia. Según Levante, fue el ex obispo de la diócesis de Castellón, Juan Antonio Reig, quien respaldó el lanzamiento del semanario ultracatólico Alba en la zona.
Amedrentando a los “malos”
Así las cosas y volviendo a la “subvención” de Fabra al imperio de Ariza, el Bloc reprocha al PP destinar 34.800 euros a Intereconomía y no apoyar su “plan de ayuda a los medios de comunicación en los tiempos de crisis, tanto por el tema de los puestos de trabajo en peligro como por asegurar la pluralidad informativa”. “Fabra y el PP votaron en contra, ahora, en cambio, se dedican a repartir ayudas y subvenciones encubiertas para que los diferentes medios sean conscientes de que, si explican los hechos en los que se ve implicado negativamente al presidente de la Diputación de Castelló, pasarán a engrosar el apartado de malos”, sentencia Molés.
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